Santo Domingo RD (Por Eddy Russell).- “El Disco es Cultura”, este slogan venía escrito en la contraportada de muchos de los discos de larga duración (LP) grabados entre los setentas y ochentas en España, México, Argentina y otros países latinoamericanos.
Me llamaba mucho la atención, pues esta frase nunca la vi impresa en los libros de textos u obras literarias (cuentos, novelas, ensayos, etc.). Tal vez con estos, se buscaba que los estados y/o gobiernos, trataran a los sellos disqueros iguales en exenciones fiscales, como lo hacían con los impresores de libros. Al final, nunca supe el porqué de este escrito en los elepes.
El disco era fabricado con material PVC (Policroruro de Vinilo), por eso también le llaman vinilo o disco de pasta. Ya sea de 45 RPM (Revoluciones Por Minuto), (7 pulgadas), conocido también como sencillo o el Long Play 33 1/3 RPM (12 pulgadas); a pesar de tener su aparición 1948, tuvieron su máximo esplendor en los 70’s y 80’s cuando se hacen de más fácil acceso económico, al igual que los aparatos en donde se tocaban (pick up, consolas y equipos Stereo). Llegó un momento que eran un artículo de regalo para ocasiones especiales; como cumpleaños, San Valentín, Angelitos y en otras fechas importantes.
Un elemento importante, que hacía al long play más atractivo y llamativo, era su carátula. En la portada, por lo regular tenía la foto del grupo, el líder del grupo o el cantante. En la contraportada, estaban escritos los temas, sus compositores, los arreglistas, el tiempo de duración y el lado (A o B) en donde estaban cada uno de ellos. A esto se agrega, el elenco de músicos y coristas, cuando se trataba de una agrupación o los músicos participantes cuando era un solista. Además, el número de la producción del sello disquero (eje. LP-001).
Como dato curioso, está el caso del sello disquero Fania Records, cuya primera producción (1964) llamada Cañonazo de Pacheco y Su Nuevo Tumbao, tiene el número LP-325, que es el mes y día del nacimiento (marzo 25) de Johnny Pacheco, uno de los fundadores y dueño de la Fania. Habían, además, long plays de doble carátula y de disco doble. El primero se trataba de aquellos, de un solo disco, pero tipo “libro”; el otro tipo “libro” con dos álbumes. En ambos casos, tenían más informaciones, fotos, datos biográficos del grupo o el artista y hasta las letras de las canciones.
En 1975, La Gran Orquesta graba su producción llamada, La Gente Contenta, la foto de la portada, fue tomada en el programa de televisión “Música y Aplausos”, producido y conducido por el cantante Nelson Muñoz. Ese domingo, yo estaba presente en el estudio A de Radio Televisión Dominicana (RTVD). En 1982, Los Paymasi graban su LP, Los Paymasi Con Sabor, volumen II. La foto de este disco, fue tomada en el Patio Español del Hotel Hispaniola. Aquí, el bajista del grupo, Johnny Marius les dice a los asistentes, que disculpen por esas luces tan fuertes y que serán usadas para tomar las fotos de su próximo disco de larga duración. También estuve ahí, esa noche.
Las principales tiendas de discos en Santo Domingo, se encontraban localizadas en la avenida Duarte y en la calle El Conde. En la Duarte estaban, Discolandia (Manuel Selman) con la esquina Ravelo; Amaro Disco con la esquina Benito González; además de los pequeños negocios, que estaban en las aceras de la avenida. En los alrededores de esta populosa vía comercial, estuvieron dos de las más conocidas de entonces, La Guarachita (Radhamés Aracena), que comienza en la calle Barahona esquina Jacinto de la Concha, antes de mudarse a la calle El Conde y la Agencia de discos CMV (Cuco y Martín Valoy) en la calle París con Jacinto de la Concha.
En la calle El Conde estuvieron: Bartolo I (Muñeca Vda. Selman), Disco Mundo (Rosa Fanini), Karen’s Record (Bienvenido Rodríguez), Salón de Estudio Mozart (Atala Blandino), Julio Tonos. Otras tiendas de discos, fuera de las arterias comercial ya mencionadas, en la calle Padre Billini estaba, Hobbie; El Disco de Oro (Familia Herrera) en la avenida Independencia, en donde luego estuvo la Galería de Arte Nouveau y en la desaparecida Plaza Criolla, estaba Disco N.
Hago un aparte para destacar a la que considero como la de mayor popularidad y venta, en ese entonces, Musicalia (Gilberto González). En esta tienda, localizada en El Conde esquina Espaillat, fue donde adquirí mi primer long play con dinero ahorrado y se trataba de la primera producción de Las Estrellas de Fania grabada en estudio, el “Tributo a Tito Rodríguez” en 1976, su precio RD$ 5.50 (cinco pesos con cincuenta centavos).
El disco de pasta o vinilo fue creado 1887, en Francia por Emil Berliner y tiene un día internacional dedicado, que es el “12 de agosto”. Se considera a Antonio Mesa como el primer dominicano en grabar un disco, el año 1926 en el formato de 78 RPM. Esto fue, mientras formaba parte del Trio Borinquen, el cual participó junto a los puertorriqueños, Salvador Ithier y Rafael Hernández.
En nuestro país, la primera empresa en prensar discos, fue la Fábrica Dominicana de Discos, propiedad del ingeniero Pedro Pablo Bonilla (Pepe), quien también era dueño de Radio HIN y Rahintel. El primer disco (45 RPM) producido en el país; o sea, grabado y prensado aquí, en 1959 fue un sencillo bajo el sello SB (Solano-Bonilla), que traía de un lado el bolemengue «Enamorada» de Babín Echavarría e interpretado por el cuarteto vocal Los Solmeños, y del otro lado, «Mi Sueño» de L. Rhadjillo, vocalizado por Fernando Casado, ambas selecciones con el acompañamiento de Rafael Solano y su conjunto.
Más tarde, esta fábrica de discos pasa a manos de uno de sus técnicos, el señor Fabio Inoa, quien le cambia el nombre y la llama Estudio de Grabación Fabiola, el nombre de una de sus hijas. Esta empresa también se convierte en un sello disquero y luego fue, Estudio de Grabación EMCA. Otra empresa lo fue, la Prensadora y Distribuida de Discos La Guarachita, propiedad de Radhamés Aracena, quien crea el sello La Guarachita y luego, Zuni Record.