Los Angeles.- Vic Morrow fue un reconocido actor estadounidense cuya carrera se extendió por más de tres décadas, que marcó su huella tanto en el cine como en la televisión. Nacido el 14 de febrero de 1929 en el Bronx, Nueva York, bajo el nombre de Victor Morozoff, era hijo de inmigrantes judíos rusos. Desde muy joven, mostró un interés por el arte, pero su camino hacia la actuación no fue el convencional.
A los 17 años, abandonó la escuela secundaria para unirse a la Marina de los Estados Unidos, lo que le permitió más tarde acceder al programa educativo G.I. Bill. Tras completar su servicio, se inscribió en el Florida Southern College con la intención de estudiar Derecho, pero fue una participación en una obra de teatro universitaria lo que despertó su verdadera pasión: la actuación.
Según All Interesting, decidido a seguir este nuevo camino, Morrow se trasladó a Nueva York, donde trabajó como taxista mientras asistía a la escuela de actuación de Paul Mann. En 1955, logró su gran oportunidad con Blackboard Jungle, donde interpretó a Artie West, un joven problemático. Este papel le otorgó notoriedad y lo encasilló en personajes de tipo rudo, como delincuentes, mafiosos y soldados. Participó en películas como King Creole junto a Elvis Presley y en Portrait of a Mobster, donde encarnó al mafioso Dutch Schultz.
A medida que su carrera avanzaba, Morrow se mudó a la televisión, donde encontró un terreno más fértil. Su papel más destacado fue el del sargento “Chip” Saunders en la exitosa serie Combat!, que se emitió entre 1962 y 1967. Esta interpretación de un líder militar moralmente complejo durante la Segunda Guerra Mundial lo consolidó como una de las figuras más emblemáticas de la televisión en los años 60.
Su debut cinematográfico en "Blackboard Jungle" lo encasilló en roles de tipo rudo, pero su papel más destacado fue como el sargento "Chip" Saunders en la serie de televisión "Combat!" (Créditos: Columbia Pictures)
Sin embargo, la vida personal de Morrow estuvo marcada por altibajos. Se casó con la actriz y guionista Barbara Turner, con quien tuvo dos hijas, entre ellas la futura actriz Jennifer Jason Leigh. El matrimonio terminó en divorcio en 1964, lo que afectó profundamente la relación entre él y su hija, de quien se distanció. Tras una segunda unión con Gale Lester en 1975, continuó su carrera profesional, aunque nunca volvió a alcanzar la misma notoriedad de sus primeros años.
La trágica Twilight Zone
En 1982, Morrow fue elegido para participar en Twilight Zone: The Movie, una adaptación cinematográfica de la famosa serie de televisión creada por Rod
Serling. Interpretaría a Bill Connor, un hombre racista transportado a distintas épocas históricas donde experimentaría en carne propia las injusticias que él mismo había infligido.
Una de las escenas clave del segmento era una representación de la Guerra de Vietnam, en la que Morrow debía cargar a dos niños vietnamitas mientras huían de un ataque aéreo. Esta escena, que se filmaba en un set al aire libre en Indian Dunes, California, se convertiría en la tragedia más terrible de la historia del cine.
Morrow se casó con la actriz Barbara Turner, con quien tuvo dos hijas, incluyendo a Jennifer Jason Leigh, pero su relación terminó en divorcio y distanciamiento familiar
Según detalla The New York Times, el rodaje comenzó durante la noche del 23 de julio de ese año, en un ambiente cargado de tensión y peligrosas condiciones. El guion requería que Morrow y los niños, Myca Dinh Le, de siete años, y Renee Shin-Yi Chen, de seis, corrieran por un río bajo un ataque aéreo simulado.
La escena estaba diseñada para crear un dramatismo extremo, con un helicóptero militar persiguiendo a los actores mientras explosiones de gran magnitud sacudían el escenario. El helicóptero, piloteado por Dorcey Wingo, un veterano de Vietnam sin experiencia previa en cine, volaba a tan solo 7,3 metros de altura. Las explosiones, que simulaban un ataque aéreo, se desatarían justo encima de ellos.
A pesar de las preocupaciones iniciales sobre la seguridad, el rodaje continuó sin que se tomaran las medidas adecuadas para proteger a los actores y al equipo. Los niños habían sido contratados ilegalmente sin los permisos necesarios y sin cumplir con las regulaciones de seguridad que protegían a los menores en el set, según consigna The New York Times.
Durante los ensayos, el piloto Wingo expresó su preocupación por la cercanía de las explosiones, que parecían más intensas de lo esperado. A pesar de sus reservas, se sintió presionado a seguir las instrucciones del director, quien, según testigos, desestimó los riesgos y fue muy autoritario. Incluso cuando un miembro del equipo sugirió que las explosiones eran más fuertes de lo previsto, Landis respondió: “Si piensan que eso fue grande, no han visto nada aún.” Esta actitud irreflexiva y la falta de coordinación entre los efectos especiales, el piloto del helicóptero y el director resultaron ser factores decisivos en la tragedia que se desató esa noche.
Cuando llegó el momento de filmar la escena, todo salió terriblemente mal. La explosión programada afectó el rotor del helicóptero, que perdió el control y se desplomó directamente sobre los actores. El impacto fue devastador: Cayó sobre Morrow y Myca Dinh Le, decapitándolos al instante con las aspas de la aeronave.
Renee Shin-Yi Chen, que estaba más cerca del tren de aterrizaje, fue aplastada por el peso de la aeronave. La escena, que debía ser un drama ficticio, se convirtió en una tragedia real, con los miembros del equipo en shock absoluto mientras presenciaban la muerte violenta de tres personas, incluyendo a un actor de renombre y dos niños inocentes.
Reconocido por su intensa interpretación en "Blackboard Jungle", Vic Morrow transitó por una carrera diversa donde interpretó a personajes complejos tanto en cine como en televisión, consolidándose como un actor versátil de su época
La magnitud de la tragedia dejó a todos los presentes en un estado de parálisis. Testigos del incidente describieron un silencio absoluto después del impacto, que solo fue interrumpido por los gritos desesperados de la madre de Renee, quien encontró el cuerpo de su hija fallecida. La paradoja de la vida hizo que Morrow nunca llegara a pronunciar su línea final. “Los mantendré a salvo, chicos. Prometo que nada les va a pasar“. El actor fue una víctima más de un set que había ignorado todas las señales de advertencia.
En el juicio posterior, las pruebas de negligencia fueron claras, pero el resultado sorprendió a muchos: todos los acusados, incluido John Landis, fueron absueltos de los cargos de homicidio involuntario, a pesar de que las evidencias de su responsabilidad eran abrumadoras.