MALAGA.- El Puerto de Málaga está acostumbrado al lujo. Cada verano, sus instalaciones dan cobijo a un buen número de embarcaciones exclusivas, cuyos propietarios se decantan por la Costa del Sol para disfrutar de unos días de vacaciones. Esta semana, uno de los megayates más equipados del mercado atracó en aguas malagueñas.
El navío, que lleva por nombre Wayfinder, no es un cualquiera: su propietario es Bill Gates y tiene 67 metros de eslora.
La embarcación del magnate tecnológico, propietario de Microsoft, ejerce como auxiliar de su yate principal, bautizado como Aqua. Las funciones del buque son, principalmente, abastecer con combustible, víveres, repuestos y personal a uno de los barcos más peculiares del mercado. Del mismo modo, Wayfinder también sirve al multimillonario con naves recreativas de menor tamaño. La embarcación tiene capacidad para acomodar a 18 tripulantes, más de 12 invitados y personal adicional.
El precio de Wayfinder, que tiene dos cubiertas, ronda los 25 millones de euros. El superyate puede coger una velocidad de 21 nudos y cuenta con un helipuerto de importantes dimensiones. De hecho, esta estructura se ha construido en Astilleros Armón, una empresa con más de dos décadas de experiencia y sede en varias ciudades del norte del país. El helipuerto de este navío se cimentó precisamente en Burela (Lugo)
Las instalaciones de la pista de aterrizaje también funcionan como pista de pickleball, un deporte que combina pádel, tenis, bádminton y tenis de mesa. Los trabajadores y los invitados pueden practicar esta actividad por las noches, dado que la zona cuenta con un sistema de iluminación de última generación. Además, Wayfinder puede transportar desde motos de agua hasta equipos de submarinismo. El interior del megayate está diseñado por el estudio Oliver Design, pero no han trascendido imágenes del estilo adoptado.
La distribución del barco, en cambio, sí que ha salido a la luz. Más allá de los camarotes, los tripulantes pueden encontrarse con una sala de máquinas, talleres, almacén, enfermería, oficinas, lavandería y amplios comedores. El navío tiene también una cocina, diferentes salones y hasta un cuarto de buceo con una cámara de descompresión. El Wayfinder viene con lanchas auxiliares y está diseñado para reducir o disminuir el impacto ambiental, de modo que todas las aguas residuales se limpian antes de ser vertidas.
Un puerto que entiende de lujos
Bill Gates no es el primero que se pasea con su megayate por el Puerto de Málaga. La costa de la capital andaluza recibe cada verano las embarcaciones de otros multimillonarios. Los navíos de Paul Allen, cofundador de Microsoft —ahora difunto—, han visitado en varias ocasiones la ciudad. El Tatoosh, un buque de 92 metros de eslora, se encuentra entre los 30 yates más grandes del mundo. El Octopus, que tiene un tamaño todavía superior, lleva varias semanas anclado al muelle. Este último tiene un valor de 235 millones de euros. El Zenobia, propiedad del magnate árabe Wafic Said, también se deja ver estos días por la costa malagueña. Este yate ronda los 40 millones de euros y tiene sala de cine, piscina o biblioteca.